BRASILIA (ANSA). La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, instruyó a sus ministros para que “aceleren” la privatización parcial de los aeropuertos, como parte de las medidas orientadas a reactivar las inversiones en infraestructura que fueron afectadas por el ajuste de gastos en 2011, se informó ayer.
Una de las prioridades es la concesión al sector privado de la gestión del Aeropuerto Internacional de São Paulo, así como el de Campinas, localidad del interior de ese estado, publicó ayer el diario O Globo.
El primer paso en ese sentido fue dado en noviembre del año pasado cuando Rousseff firmó la concesión del Aeropuerto Internacional San Gonzalo de Amarante, en el estado nordestino de Natal, que pasó a manos del consorcio argentino-brasileño Corporación América.
Tren bala
Según O Globo, el Gobierno también se propone reactivar los trámites para la construcción del Tren Bala entre São Paulo y Rio de Janeiro, y la construcción de grandes obras de infraestructura en el sector petrolero.
Para la Asociación Brasileña de Infraestructura e Industrias de Base (Abdib), las inversiones en infraestructura avanzan a paso lento y son insuficientes para dar cuenta de las necesidades de un país que crecerá entre el 3,5 y el 5% este año.
Piden más inversión
Según Abdib, es necesario invertir anualmente 188.000 millones de reales (poco más de 100 mil millones de dólares) en infraestructura hasta 2015, mientras este año el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social prevé destinar 95.200 millones de reales al financiamiento de esas obras.
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