Un grupo de padres de alumnos que se encontraban en el avión que realizó el aterrizaje de emergencia en Rio Branco, Brasil, plantearán acciones judiciales luego de la despresurización que afectó a los pasajeros.
Por Fernando Núñez Ayer a la madrugada arribó al aeropuerto Silvio Pettirossi el avión que transportaba a 120 adolescentes de varios colegios, que fueron de excursión a Disneylandia, Miami, por las vacaciones de invierno y ante un percance tuvieron que realizar un aterrizaje forzoso en Río Branco, Brasil, en la mañana del viernes. Se cortó el ciclo de aire artificial en la aeronave, situación que motivó el descenso de urgencia. Los padres de los estudiantes, ahora, preparan una reunión para luego presentar una demanda judicial contra la agencia de turismo Interviajes y la aerolínea Aerosur, por la manera en que operaron. "Se realizaron varias reuniones con la agencia de turismo antes de concretarse el viaje y en todas nos prometieron que el total de alumnos viajarían en un solo avión de gran porte, no en dos aviones pequeños, dividiendo al grupo como lo hicieron", afirmó el doctor Luis Barriocanal, padre de una estudiante."En todo momento fuimos engañados por parte de la aerolínea y la agencia de turismo, además fuimos maltratados y manipulados con falsas informaciones por parte de los funcionarios", comentó Raquel Lemir de Barriocanal.Algunas de las madres solo pudieron comunicarse e informarse del retraso del avión porque sus hijas les llamaron vía teléfono móvil, diciéndoles que realizaron un aterrizaje de emergencia en un aeropuerto pequeño y que desconocían el lugar.Carlos Mavrelis, padre de dos estudiantes que se encontraban en el avión, afirmó que ellos aceptaron abonar 3.650 dólares por persona "por un buen servicio, no para el servicio mediocre que recibieron". EXPERIENCIAS. Según Marcelo Ugarte, de 15 años, alumno del colegio Salesianito, ellos se encontraban durmiendo cuando se escuchó una fuerte sirena. Al despertar, encontró frente a él, que se colgaba del techo, la mascarilla de oxígeno. Posterior a esto, por los parlantes, escuchó decir al piloto que no se alarmen que no sucedía nada grave y que se despresurizó "la capa", y que iban a aterrizar."En el aeropuerto de Río Branco se puso a disposición un teléfono con el cual podíamos comunicarnos con nuestros padres. Hubo muchos que se quejaban de fuertes dolores de oído y cabeza. En lo personal, no tuve ninguna molestia", comentó."Los guías nos dijeron que saldríamos a las 12.00, luego a las 14.30, después a las 16.45, por último a las 19.15, horario que sí se cumplió", refirió el estudiante."Estuvimos todo el día en una sala de espera. El aeropuerto era pequeño. Solo salimos para almorzar y merendar en un restaurante, en la segunda planta del aeropuerto, los mismos corrieron por cuenta de Interviajes", explicó.Lucas Park, de 15 años, es otro estudiante que manifestó cómo vivió esos momentos tensos. Lucas también se encontraba dormido y al ser despertado siguió todas las instrucciones del piloto, indicó. Al bajar del avión escuchaba a varios de los adolescentes quejarse de dolores de oído y cabeza.
Fuente:www.uhora.com.py
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