Los sindicatos de empleados públicos de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) están anunciando una serie de movilizaciones, que pueden incluir una huelga que afecte a los servicios aeroportuarios, para expresar su oposición a los planes del ministro Efraín Alegre de tercerizar la explotación de los aeropuertos.
En declaraciones a los medios, los líderes de estos sindicatos alegan que en estos momentos Dinac se autofinancia, no solo para mantener adecuadamente los aeropuertos y pagar los salarios de los funcionarios, que son casi mil cuatrocientos, sino para contribuir con el ministerio de Hacienda con alrededor de once millones de dólares anuales.
La razón de la movilización es que con la tercerización perderán sus salarios unos seiscientos funcionarios.
Los sindicatos de Dinac parecen considerar que la entidad es una sociedad de asistencia social, obligada a generar artificialmente puestos de trabajo para sus miembros y para todos los nuevos contratados que podrían todavía ingresar a la institución en el futuro, sin consideración alguna por las necesidades reales del servicio.
Así han ingresado hasta ahora y lo prueba el hecho de que estos mismos sindicatos anuncian que dichos seiscientos salarios que ahora se pagan están en riesgo con la tercerización.
Están en riesgo porque no son necesarios. Están en riesgo porque son puestos inventados para dar cabida a amigos, a recomendados o a operadores políticos. Están en riesgo porque un gerenciamiento realmente eficiente de Dinac destinaría esos recursos que se aplican a esos salarios para mejorar todavía más los servicios aeroportuarios o las contribuciones a la Hacienda Pública.
El hecho de que Dinac sea ahora autosuficiente muestra dos cosas: Que su administración ha sido honesta y que no presta todos los beneficios que debería porque debe desviar recursos en salarios innecesarios.
Con el dinero de esos seiscientos salarios, Dinac hubiera podido potenciar muchos más aeropuertos –la infraestructura aeroportuaria del país es pésima y lo demuestra suficientemente la estación de Mariscal Estigarribia– y hubiera podido generar muchos más negocios de los que ha logrado hasta ahora.
La constitución de hubs de comunicaciones aéreas es un gran negocio para cualquier país del mundo, excepto para Paraguay, que se encuentra muy atrasado debido a que la entidad que debe desarrollarlos, Dinac, prefiere gastarse el dinero en salarios innecesarios, entre otros desaciertos.
Los sindicatos de funcionarios de Dinac no están recordando al país las razones por las que se perdió el hub de Líneas Aéreas Paraguayas, no están recordando por qué TAM Mercosur no pudo potenciar debidamente el suyo, no están recordando por qué hay dificultades hoy para establecer alguno.
Y no lo recuerdan porque en el centro de cada uno de esos fracasos y pérdidas está el enorme costo operativo de Dinac, con seiscientos salarios innecesarios.
Todos los analistas de aviación coinciden en que Paraguay tiene condiciones naturales inmejorables para ser el hub no de una, sino de muchas compañías aéreas y para generar, mediante la aviación civil, no los escasos cuarenta y dos millones de dólares que ahora genera, sino cientos de millones.
La actual estructuración de Dinac es la que lo impide, y nada más.
Generando cientos de millones de dólares en lugar de las exiguas cifras actuales, no solamente ganarán mucho mejor los empleados realmente necesarios de los aeropuertos, sino la sociedad toda, que verá pronto enormes beneficios.
Del Gobierno depende la elección entre someterse a los sindicatos, como ocurre desde 1993, o apostar por el interés general.
Fuente: http://www.lanacion.com.py/
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