(Infodefensa.com) C. E. Lozano. Madrid.- El K-150 fue el protagonista del stand levantado por Unmanned Solutions (USOL) en UNVEX’12. Un miembro de la familia K que se define como un táctico de alcance medio y presume de tener el mejor ratio de carga útil a peso máximo al despegue que existe actualmente en el mercado, civil o militar, según informó José Patricio Gómez Pérez, miembro de la compañía.
Apodado por sus diseñadores como ‘la bestia no tripulada’, el K-150 es capaz de cargar hasta 165 kilogramos, lo que le permite competir con sistemas no tripulados como el Atlante. Un aparato cuyo precio oscilaría entre los cinco y los seis millones de euros para una “diseño clásica” con un cierto número de dispositivos incorporados.
Entre sus ventajas destaca, además de la intercambiabilidad de las piezas en base a un catálogo, que su configuración interna puede ser adaptada por encargo permitiendo ubicar el combustible según la carga a transportar.
“Diseñamos toda la estructura muy fina de manera que la distribución de esfuerzos sea uniforme. Tenemos total flexibilidad para montar los depósitos de combustibles en función de la carga de pago”, explicó un experto que, además, aseguró que su equipo es capaz de hacer algo que nadie más hace a día de hoy: no tener que usar ni un gramo de plomo para centrar la nave.
Así pues esta máquina dispone de seis puntos de anclaje que disponen de alimentación y de bus de datos que permiten el montaje de pods con equipos electrónicos. Los dos más próximos al encastre permiten además montar depósitos de combustible si la situación lo requiere. “Podríamos cargar más combustible del que el avión puede cargar” afirmó Gómez Pérez.
Pensado pasa ser catapultado, para volar cuenta con unas alas de nueva generación con esqueleto de aluminio encastradas de tal forma que se prolongan hasta juntarse para que la distribución de esfuerzos sea más suave.
El motor lleva incorporado un escape resonante para mejorar la eficiencia de la extracción de gases quemados y un sistema de inyección electrónica extremadamente inteligente, capaz de arrancar automáticamente y de gestionar la hélice de paso variable que lleva incorporada.
Asimismo, incluye flaps soplados especialmente diseñados para controlar el desprendimiento de la corriente. “Permiten volar más despacio y con mayores ángulos de ataque lo que permite acortar las distancias de despegue y aterrizaje terriblemente”, aseguró el entrevistado.
Un avión 90 por ciento español que incorpora GPS diferencial y que cuenta con un piloto automático venido del otro lado del océano. “En la actualidad el autopiloto es norteamericano pero estamos desarrollando uno con TECNOBIT que sea totalmente español para poder volar sin restricciones”, destacó Gómez Pérez.
En este sentido, el experto no dejó de recordar que todo su diseño está hecho con estándares aeronáuticos equivalentes a los utilizados por EADS: “El diseño, fabricación y control de calidad son con estándares de aviación tripulada para el Airbus 380. Airbus nos fabrica las piezas con nuestro diseño. Nuestro control de calidad es un suministrador de componentes de fibra de carbono para EADS que utiliza los mismos estándares de calidad, pruebas de ultra sonido para saber que la fibra de carbono ha curado bien, trazabilidad de todas las piezas”.
Pero la joya de la familia K no ha podidos asistir a la cita en la Cumbre Española de Sistemas No Tripulados celebrada en Madrid entre el 23 y el 26 de marzo. “La estrella de la gama es el mismo avión pero en el que quitamos todos los elementos prescindibles hasta dejarlo en un peso de 130 kilogramos”, señaló Gómez Pérez.
Por su singularidad, sus creadores han tenido que acuñar un nuevo término que lo defina. “Acuñamos un nuevo concepto que no existe en el mercado, el de light male (midum altitud long endurance). No hay nada en el mercado que sea un male con menos de 450 kilos lo que significa que nos convertimos en competencia del Atlante, que pesa 600 kilos y capaz de volar con una carga de pago de 50 kilos que nosotros también podemos llevar”.
No obstante, ahora que todos los miembros de la familia K están bien desarrollados USOL valora y busca nuevas metas de futuro. Así, entre otras cosas, la compañía piensa orientarse hacia el desarrollo de soluciones de cara al cliente, así como a su proyección en el mercado internacional, especialmente en países emergentes donde los clientes son principalmente los gobiernos.
Fotos: Miguel Ángel Nieto
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