domingo, 12 de diciembre de 2010

España anuncia la Privatización de AENA



Antes de que empiece la fase de compras, Fomento deberá tener resuelto un conflicto laboral que colea desde hace casi un año, cuando el Ejecutivo comenzó a preparar la privatización que vendría y lo hizo a golpe de decreto, recortando prerrogativas laborales a los controladores tras meses de negociación frustrada. El Ministerio de Fomento y AENA iniciaron a comienzos de 2010 una completa reforma del sistema de trabajo del colectivo de control aéreo, de los sistemas de acceso a la profesión y también del régimen en el que se ejercitan determinadas funciones de separación de los vuelos.

Negociaciones infructuosas desembocaron en conflicto. En febrero pasado el Ejecutivo ponía en jaque a los controladores. Lo hacía con un decreto que segaba sus beneficios laborales en una demostración de fuerza. El Consejo de Ministros respondía también a una de la principales reclamaciones de AENA: la supervisión del tráfico aéreo, que el ente público había cedido con la aprobación de un convenio en 1999.

En febrero, Fomento recuperaba la supervisión del tráfico aéroLa nueva normativa liberalizaba el sector de control aéreo y abría la puerta a la inversión de los proveedores privados que contaran con la licencia de cualquier país de la Unión Europea. Una decisión justificada en la «seguridad, continuidad y eficacia del servicio» y en la «excepcionalidad» de los «privilegios desmesurados» de estos profesionales. Además, el decreto incluía una serie de normas para desarticular su status laboral. Fomento rebajaba su masa salarial a 200.000 euros anuales, un 40% menos, aumentaba su jornada laboral hasta las 1.700 horas anuales y ponía un límite de 80 horas extraordinarias anuales. La bomba ya estaba activada para explotar meses más tarde, como ha ocurrido.

De aquellos polvos vienen estos lodos. El detonante, de nuevo, un decreto aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 3 de diciembre. ¿El motivo? La interpretación por el Gobierno del decreto del 5 de febrero de 2010, el que establecía un total de 1.670 horas anuales de trabajo. El tiempo de formación, las tareas sindicales, los permisos laborales y las guardias no se contabilizarán dentro de esas 1.670 horas, lo cual, según los controladores, contradice la literalidad del decreto. De ahí a una de las protesta más salvajes vividas en España mediaron horas; los controladores abandonaron sus puestos de trabajo y sumieron a España en el caos; el espacio aéreo cerrado y militarizado. Ahora los controladores tendrán que responder ante la Justicia y se enfrentarán a ocho años de cárcel por un presunto delito de sedición.

http://www.abc.es/

1 comentario:

Anónimo dijo...

La privatización de AENA no tiene nada que ver con los controladores. La parte que se privatiza es la de Aeropuertos, y Navegación Aérea (donde están los controladores), seguirá en la parte pública, así que no se cuenta toda la verdad