EXPERTO PARAGUAYO EN TRANSPORTE AÉREO.
El Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi no refleja ser la terminal aérea de una capital. Cualquier persona que lo utiliza “queda abrumada por una imagen pueblerina donde lastimosamente reinan la informalidad, ineficiencia, desorganización e improvisación”. Además, las áreas restringidas son fácilmente franqueables y el pasajero es azuzado por vendedores informales de cualquier producto, asegura el paraguayo Alejandro Piera, experto en transporte aéreo, residente en Canadá.
–¿Qué imagen proyecta nuestro Aeropuerto?
–Sin dudas gran parte de la ciudadanía considera que el Aeropuerto “Silvio Pettirossi” no está a la altura de un aeropuerto internacional como debería corresponder a una metrópolis capitalina. Es innegable el descontento. Quien utiliza la principal terminal aérea queda abrumado por una imagen pueblerina donde reinan la informalidad, ineficiencia, desorganización e improvisación.
–¿Es mínimo el servicio que presta?
–Para el pasajero local una gran cantidad de servicios o no son proveídos, o si lo son, están muy por debajo de los estándares internacionales. Quizás no vea qué importantes equipos de la infraestructura aeronáutica con frecuencia se encuentran inoperativos, pero con certeza experimenta la falta de funcionalidad. Al acceder al estacionamiento, gran cantidad de personas no autorizadas exigen la prestación de servicios tan variados que van desde un simple “cuidado y custodia” de vehículos, hasta el lavado. Sufre en carne propia los ya crónicos problemas del aire acondicionado central, permanece estupefacto ante los enormes ventiladores que el administrador aeroportuario instaló para paliar el problema, y se asombra al ver las grandes goteras de la ya alicaída infraestructura edilicia. De utilizar los sanitarios, la calidad de la limpieza inexorablemente defrauda al pasajero. Como si fuera poco, es acechado por personas no autorizadas que ofrecen toda clase de productos y servicios. Quienes embarcan en horas de la madrugada, notan que gran número de servicios no están disponibles, a pesar de estar el Aeropuerto categorizado como H–24.
–¿Qué dirán los extranjeros?
–Para el pasajero extranjero también hay sorpresas. Cuando este llega a Asunción en un vuelo nocturno para luego conectar con un vuelo diurno (que sale a primera hora de la mañana), siempre dentro del plazo de 12 horas, debe salir de la terminal y hospedarse en un hotel. No puede permanecer en el aeropuerto ya que este no cuenta con los controles necesarios durante la madrugada. Estas falencias se traducen en tremendos obstáculos para implementar un “hub” en Asunción.
–¿Qué pasa con el servicio de cargas?
–El exportador avezado en los quehaceres del “Silvio Pettirossi” es consciente de las carencias en la infraestructura de cargas aéreas. El área destinada para las mercancías peligrosas es cuando menos insuficiente. El importador nacional padece horrores cuando trata de explicar a sus clientes que sus mercaderías no pudieron ser liberadas porque en días de lluvia las cargas aéreas simplemente no se pesan, ya que la báscula principal está al descubierto. Ello se hace constar en las mismas guías aéreas y no puede ser la imagen que transmita la principal terminal aérea.
–Una vergüenza... Pero ¿cuál es el problema?
–Desde el punto de vista del marco regulatorio, quizás el principal inconveniente está en el hecho de que la Autoridad Aeronáutica cumple funciones como regulador técnico, fijador de la política aerocomercial, proveedor de servicios de navegación aérea y administrador de la infraestructura aeroportuaria. La Autoridad Aeronáutica debería establecer mecanismos claros que le permitan separar definitivamente las funciones como ente regulador de aquellas que tiene como proveedor de servicios. Mientras estas funciones no sean debidamente separadas, difícilmente pueda administrar eficientemente el Aeropuerto.
–¿Hay pocos vuelos y aun así no se abastece?
–Nuestros principales aeropuertos tropiezan con un sinnúmero de falencias en la propia infraestructura aeronáutica. Para subsanar estos inconvenientes la Autoridad Aeronáutica debe invertir bastante. Es inexplicable que desde el año 2002 la Autoridad Aeronáutica ha venido transfiriendo al Ministerio de Hacienda una parte importante de sus ingresos aeronáuticos. Estas transferencias de fondos –para fines ajenos al sector aeronáutico– se han incrementado en los últimos años. La Ley del Presupuesto General de Gastos de la Nación para el 2009 contemplaba la utilización por parte de Hacienda de unos G. 27.000 millones. Además de constituir una clara violación a los principios y recomendaciones de la OACI, esto imposibilita que dichos ingresos sean reinvertidos en la infraestructura aeronáutica.
–¿Los ingresos deben quedar en el Aeropuerto?
–Los ingresos no deberían ser utilizados para fines ajenos a los aeronáuticos. En la medida que esta situación persista, más lejos estará el Paraguay de contar con una infraestructura acorde con las exigencias actuales.
–¿Por qué se hace esto?
–Quizás el mayor problema con la infraestructura aeronáutica radique en el mismo Poder Ejecutivo. Hasta la fecha no ha existido voluntad política para implementar medidas correctivas. Lo único que ha sido objeto de cambio es el cargo de presidente de la Dinac. Ha contado con 15 presidentes en los últimos 20 años. En promedio, cada presidente queda no más de 18 meses. Desde el 2008, el actual gobierno ya ha nombrado a cuatro personas diferentes en el cargo de presidente. Bajo estas circunstancias ninguna gestión tendrá continuidad, ni llegará a metas fijadas.
–También hay problemas en el área restringida.
–Varias veces tanto IATA como JURCAIP han manifestado a la Dinac su profunda preocupación por la fragilidad de los controles de acceso al área restringida del “Silvio Pettirossi”. Esta anómala situación pone al país en directo incumplimiento con los estándares y prácticas recomendadas para Facilitación y Seguridad de la Aviación en el Convenio de Chicago. Los controles de seguridad en el acceso a estas áreas son extremada y fácilmente franqueables.
–No pasa en ninguna otra parte del mundo...
–Así es. En el Silvio Pettirossi personas ajenas al quehacer operativo del aeropuerto acceden a dicha aérea. Y no solo incluye a familiares, amigos y conocidos de los pasajeros que llegan a Asunción, sino también desconocidos y maleteros. Estos no deberían bajo ningún sentido acceder al área restringida de desembarque internacional pues definitivamente entorpece el flujo de pasajeros. Además, la presencia de personas no autorizadas en áreas que deberían ser restringidas por su naturaleza y definición, es uno de los hechos que ya ha sido observado por la OACI en la última auditoría de seguridad de la aviación donde se constató un nivel de incumplimiento con los estándares y métodos recomendados por la organización cercano al 70%.
14 de Agosto de 2011
Fuente:
http://www.abc.com.py/