domingo, 23 de enero de 2011

Concesión de aeropuertos rompe viejos esquemas

Vista interna del nuevo aeropuerto de Carrasco, que fue construido por US$ 160 millones por la empresa concesionaria.
 
Varios países de la región decidieron concesionar sus aeropuertos para permitir la inversión privada. Argentina fue la pionera. Le siguieron Uruguay –que inauguró en 2009 el más moderno de la región–, Perú y Chile. Paraguay sigue el modelo al igual que Brasil.

Concesionar la administración de los aeropuertos nacionales se ha convertido en la mejor alternativa para los gobiernos de la región para modernizar y ampliar sus instalaciones mediante la inversión privada.


El primer país que inició este proceso fue Argentina, bajo el gobierno de Carlos Menem, en la década de los 90. Hubo numerosas denuncias de corrupción, inclusive con algunos funcionarios procesados. Fue adjudicado al Aeropuerto Argentina 2000, que había ofertado el pago al Estado de un canon anual de US$ 160 millones, en un plazo de 25 años.

El contrato de concesión fue extendido en 2006 por otros 25 años, según las informaciones de los diarios online del vecino país. En 2003, el entonces presidente del Uruguay, Jorge Batlle, inició el proceso de concesión del aeropuerto Carrasco, su principal estación, ubicada en la capital.

La imagen corresponde al aeropuerto Comodoro Arturo Merino Benítez, de Santiago de Chile, que también fue concesionado por el Gobierno.


El sistema de concesión utilizado fue mediante subasta pública. La empresa ganadora fue la misma que administra los aeropuertos de Argentina –Aeropuertos Argentina 2000–, con una propuesta de pago de US$ 34 millones.

Las nuevas instalaciones del aeropuerto fueron inauguradas a fines de 2009 con una inversión superior a los US$ 160 millones. De esta manera el aeropuerto Carrasco se convirtió en la más moderna estación aérea de la región, después de haber ocupado los últimos lugares. Siguiendo los pasos de Argentina y Uruguay, Chile y Perú también comenzaron a planificar la concesión de los suyos en el año 2009. Los resultados también fueron satisfactorios para los gobiernos. Comenzaron con la tercerización de unos cuantos, pero ahora quieren el mismo sistema en todos los aeropuertos, dados los resultados.

"El aeropuerto Silvio Pettirossi fue inaugurado como el más moderno de la región en la década del 80. Hoy se encuentra en estado lamentable".


El nuevo gobierno brasileño, con la presidenta Dilma Rousseff al frente, también pretende concesionar los aeropuertos.
En nuestro país, el gobierno de Fernando Lugo presentó al Parlamento un proyecto de ley para concesionar las dos únicas estaciones aéreas, Silvio Pettirossi de Luque y el Guaraní de Minga Guazú, y el aeródromo de Mariscal Estigarribia (Chaco).
Solamente el aeropuerto Silvio Pettirossi necesitará una inversión inicial de 100 millones de dólares, según los estudios preliminares realizados por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), impulsor del proyecto.
El proyecto ya fue aprobado por la Cámara de Senadores. Para el próximo mes se prevé su estudio en la Cámara de Diputados.

Estudios de factibilidad

Una vez sancionada la ley, técnicos del Banco Mundial se encargarán de realizar los estudios técnicos y de factibilidad, según el proyecto. Posteriormente se deberá elaborar el pliego de bases y condiciones para convocar a licitación pública internacional.
Oposición

Los principales opositores a la tercerización de la administración son algunos sectores de la izquierda y los sindicalistas de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) porque dicen que temen quedar sin trabajo.
El proyecto con media sanción establece que los recursos humanos no contratados por la concesionaria continuarán prestando servicio a la empresa estatal.

Terminal aeroportuaria es un negocio 100% rentable

Ceferino Farías, ex titular de la Dinac, asegura que el aeropuerto Silvio Pettirossi es un negocio 100% rentable. Aunque a su criterio todavía no debía concesionarse, asegura que tras aprobarse la ley, parar el proyecto sería un despropósito.

“Ahora hay que analizar bien el plan de inversión y de negocios de la empresa, cuidar que se incluyan la construcción o reparación y mantenimiento de pista, un nuevo edificio o la ampliación del existente, pero sobre todo que un buen porcentaje de las recaudaciones y las utilidades queden al Estado, que cederá el 80% de los hechos generadores y se quedará con la mayor parte de los gastos”, indicó Farías.

“Nunca estuve en contra de la participación privada, pero a mi criterio no era tiempo de ceder la administración. Con la organización de la Dinac como ente autárquico, con personería jurídica y patrimonio propio, dándole ciertas facilidades como si fuera una empresa privada, se podía administrar”, aseguró.

Agregó que en su administración, de 2009 para 2010, los ingresos se incrementaron un 40%, teniendo en cuenta los mismos hechos generadores, la misma cantidad de vuelos y cargas. “Creo que el aumento la recaudación despertó el interés. El único problema de la Dinac ha sido el clientelismo político”, aseguró.

Farías cree haber demostrado con su gestión que el Estado también podía invertir en el aeropuerto. En el ejercicio 2009 se hizo la mayor inversión con recursos propios, consistente en US$ 22 millones para renovar equipos de telecomunicaciones, incluyendo el radar, que representa el 20% del paquete. También se invirtió en la iluminación de pista, dos autobombas y en el circuito cerrado de televisión.
“La prioridad en aviación es la seguridad. Por eso invertimos primero en equipos. Teníamos planificado para 2011 invertir en la modernización de la terminal para dar confort a los pasajeros, pero se produjo mi salida”, indicó.

Recordó que el aeropuerto se habilitó para 1.200.000 pasajeros/año. En 2010, el tráfico de pasajeros estable, estimado en 600.000, subió a 800.000. “Faltan 400.000 pasajeros/año para llegar a la capacidad total, por lo tanto no había una necesidad imperiosa de invertir”, dijo.
Agregó que técnicos del MOPC se basaron en datos desactualizados de 2001 que mencionan un 90% de observaciones, cuando una auditoría de seguridad de la OACI de 2009 señala observaciones mínimas.


SIGUEN EL AMIGUISMO Y EL CLIENTELISMO POLITICO


En la Dinac hubo constantes despojos

El desvío de recursos, el clientelismo político y la deficiente gestión de las distintas administraciones de la Dinac son algunas de las situaciones que se pretenden erradicar con la concesión de las terminales aéreas.

La Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), creada por Decreto-Ley N° 25 en 1990, ha sobrevivido al constante despojo de sus recursos, a la deficiente gestión de administradores que se sucedieron desde sus inicios y a la malsana influencia de poderosos políticos de turno.

El aeropuerto Silvio Pettirossi, inaugurado en 1980 como uno de los más modernos de la región, fue sufriendo un paulatino deterioro, como consecuencia del desvío de los recursos generados en la terminal aérea en la mayoría de las administraciones.

El Aeropuerto Internacional Guaraní de Ciudad del este, que aún no ha llegado a operar al 10% de su capacidad, también ha sido objeto de despojos, bajo la influencia de políticos de la zona.

El desvío de recursos fue igualmente acompañado de una pésima gestión con respecto a las obras y adquisiciones, en muchos casos sobrefacturadas. Por lo general, las mismas no han reportado mejoras sustanciales como las que necesitaba la institución para seguir funcionando con los niveles mínimos de seguridad operacional.

Los sindicatos

Los sindicatos se han caracterizado por la denuncia periódica de abusos y malversaciones, pero en muchos casos la intención de los mismos ha sido sacar ventajas aprovechando cada cambio político.

Actualmente, son siete sindicatos en la Dinac y, según fuentes, se ha materializado un reparto de poder entre dirigentes, a cambio de mantener “una paz” que permita una administración sin muchos enfrentamientos.

Igualmente se comenta que hubo movidas que buscan acallar a los sindicalistas, acostumbrados a denunciar cualquier situación por más intrascendente que fuera, para lograr algunos dividendos con las autoridades de turno.

Incapaces

Como consecuencia de la presión ejercida, se han designado a funcionarios que no poseen la más mínima capacidad para ocupar determinados cargos, siempre conforme a la versión de nuestras fuentes.

En contradicción a las promesas de cambio expresadas por las actuales autoridades nacionales, el amiguismo y el prebendarismo siguen campantes en la Dinac.



Nancy Pérez
nperez@abc.com.py

Sandra López
slopez@abc.com.py

23 de Enero de 2011

Fuente: http://www.abc.com.py/

No hay comentarios: